domingo, 15 de noviembre de 2009



Una parábola, un jardín y un motor diésel pueden llevarse todos los premios en un concurso de belleza. Las preguntas profundizan rasgos estéticos pero no incentivan el intelecto. Ese es el mensaje que queremos darle a nuestros hijos. Las nuevas generaciones serán ecológicas. Perderemos los pulgares opuestos pero ganaremos en honestidad. Perderemos computadoras pero ganaremos fertilidad. No habrá espacio para grandes cerebros. Los músculos volverán a reinar.

1 comentario:

Pentotal sódico dijo...

mas!! mas!! mas!!! quieremos maaas!!!!