Quiero ser parte de ese grupo de mierda que come gusanos de gelatina. Cuándo podré serlo, es un misterio. No depende de mí, sino de una fuerza que me excede y me domina. Esa fuerza es un fantasma que se esconde debajo de mi cama y me asusta cada tanto, si es que no se queda dormido. Fantasma, te quiero mucho.
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